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Los Derechos Humanos en La Impartición de Justicia
(Discurso utilizado en el Segundo Concurso Nacional de Oratoria SCJN Noviembre 2008)

"-Las transformaciones en la política nacional, dentro del marco de los últimos años en México; implican a su vez modificaciones de sus nexos con el campo del tráfico de drogas y de sus relaciones con el Poder, en esto consiste la Guerra Sucia Nacional.
¡La mayor causa de la Injusticia en general!
Produce Corrupción, y esta es muy puntual siempre, no un plan consensuado que busque cambiar el Sistema o poner “en Jaque” a nuestro presidente.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos recibe diariamente quejas por detenciones arbitrarias, torturas, ejercicio indebido del cargo público, allanamiento y cateos ilegales, falta de ética en la profesión judicial, crímenes graves impunes, personas inocentes extraditadas o encarceladas, miles de desaparecidos...
¡Violaciones a los derechos fundamentales!
Más muertes.
Los seres humanos temen morir, y han caído en la razón de que ellos pueden hacer, a su vez, que las cosas mueran. Asesinan seres vivos para alimentarse, hacerse más fuertes, famosos, poderosos o simplemente para hacerse “temidos y respetados.” Por que son víctimas y victimarios, desarrollan sus habilidades para enfrentar la situación que los pone o podría poner en peligro. Esas habilidades pueden ser para construir o para destruir.
Cuando entiendan que:
¡No se puede combatir al Crimen Organizado, sin antes combatir La Organización del Crimen!
Ese día…
Quizá despertaremos de esta terrible pesadilla.

Con la venia del Honorable Jurado Calificador. Compañeros Participantes, Auditorio en general, tengo el placer de poder compartir el día de hoy con ustedes “Los Derechos Humanos en la Impartición de Justicia”.

Con gobernantes y representantes más interesados en el Dinero que en el Desarrollo del país. No auguro un futuro próspero a México. Chiapas, por citar el ejemplo más cercano, dejó muy en claro por una parte que no estamos exentos de sufrir un conflicto armado, y por otra, puso en evidencia que los civiles nos encontramos en gran medida desprotegidos ante el desarrollo de las hostilidades, pues en ese conflicto en tan sólo una semana de enfrentamientos murieron al menos 36 civiles, o eso se dice y en total más de 3000 personas fueron desplazadas de sus hogares.
Tal y como están las cosas, cualquiera con dinero puede sacar Uranio de Chiapas a precios de risa, traficar con órganos de niños en Guadalajara, e inclusive llevarse trozos gigantescos de nuestras ruinas mayas en Yucatán. Comprar esclavos para ir a trabajar a sus tierras, limpiar sus inodoros, cuidar a sus niños y servirles de diversión.
Así como una semilla da existencia a un árbol; en la niñez y la juventud está nuestra esperanza. Algún día serán hombres…
Nuestro futuro: Sus acciones.
El proceso y la pena son los poderosos abrumadores recursos del Control Social.
Pedimos Justicia, y nos dieron jueces.
¡Jueces sin ética, jueces inflamados de abuso que arden en sus resoluciones, y sentencian desde las cenizas de su ineptitud!
Entonces agregamos un motivo, un dogma republicano a nuestra ley firme, y nada de aquello invitó a postergar los Derechos Humanos.
Es decir: ¿No son humanos todos los derechos?
Es claro, sin embargo que una cosa son la Carta de los Derechos inglesa, Los derechos del Hombre y del Ciudadano durante la Revolución Francesa y los del Hombre y la Mujer pactados en la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por las Naciones Unidas y otra esos derechos como los piensan y estampan en leyes, pactos, convenciones y conveniencias los individuos de hoy. Poco después haría crisis la insostenible contradicción entre la realidad carcelaria y el proyecto “redentor” postulado por la Constitución. Y agregaron los derechos sociales.
Les pareció suficiente. Demasiado tal vez pensar en una Democracia que no politice y enclaustre a la posteridad las necesidades y la solución de los problemas en la sociedad conforme rija y disponga el Estado.
¡No lo es, ni parece aún en este tiempo!
¡Pero “no hay mal que por bien no venga”, decretan los vicios fraguados en cada procedimiento!
El ser humano que no respeta la dignidad de los seres vivos actúa por reflejo, por que a él tampoco le han respetado. Y quien no respeta se expone a que su propia dignidad no sea respetada, esto se convierte en un círculo interminable de injusticias.
Para ello debe de respetar los Derechos Humanos, por que esas injusticias que se cometen generan odio, y el odio tiene sólo dos salidas que son la violencia y la mentira, éstas se transforman en delincuencia hasta llegar a la guerra, y más temprano que tarde sus consecuencias siempre tocan a la puerta de nuestros hogares.
Ciertamente muchos individuos y naciones, sólo ven a menudo sus intereses inmediatos y les cuesta trabajo levantar la mirada más allá de su egoísmo; al comienzo de un disturbio cada muerte comunicada nos conmueve muchísimo, al cabo de unos días, la lista de víctimas es sólo una estadística matemática, es parte de nuestra Historia. Sobre todo si el conflicto se desarrolla en un lugar ajeno a nosotros.
¡No dejemos que la indiferencia y la inexistencia actual de un conflicto armado en nuestro país, nos haga insensibles ante la necesidad de seguridad y protección que en algún momento todos podemos llegar a necesitar!

El ser humano está destinado a compartir el mundo con otros seres vivos, pero el ser humano es depredador y llegará el día en que se acabe los recursos de su medio ambiente.
La naturaleza elimina al depredador. Entre más control alguien tenga sobre algo, ese algo siempre será destruido por ese alguien y con ello el propio depredador se eliminará a sí mismo. Un ejemplo claro de un depredador es el león, quien mata, y mata hasta a los cachorros de su propia especie cuando por fin ocupa el lugar del macho de la manada. Cuando no haya nada más que matar, el león se autodestruirá.

En los establos, en las granjas de animales creadas para comercializar su carne, su piel y todos los residuos que sean susceptibles de obtenerse beneficios económicos con ellos, se llevan a cabo las peores vejaciones a la dignidad de los seres vivos. Ahí, a los animales se les restringe el espacio vital necesario, se les obliga a realizar trabajo en condiciones que no se presentan en su hábitat natural alterando su fisiología. ¡El ser humano es un animal!

¿Cómo no comparar a la huidiza masa de indocumentados en las orillas del río con las inocentes y temerosas crías de tortuga en su primera visita al vasto mar? ¿Y la justicia que para ellos ha sido vetada, cómo no compararla con las fauces de tiburones o predadores marinos al acecho?
Cuando el ser humano no puede matar seres humanos, entonces el ser humano construye granjas de hombres como lo son las fábricas, las minas, los sembradíos artificiales o las oficinas en donde se explota la fuerza muscular o el intelecto de los seres humanos que allí se esclavizan por necesidad de sobrevivir en la misma sociedad que los deshumaniza y pervierte. Esas son habilidades autodestructivas.
Simplemente porque el ser humano cree que un ser vivo puede ser una pertenencia, una posesión, pero la vida no tiene más dueño que el que la respira y la vive.

     El ser humano destruye porque no tiene el conocimiento que se necesita para ser respetuoso con la vida en este planeta, empezando con los seres humanos mismos. O por que a falta de la información propia que le instruya, misma que se ve limitada por la injusticia fundada y motivada en la burocracia que hace un mal uso de los ingresos económicos destinados a la Educación que origina éste Saber Común, cuando el ser humano es roído y desprovisto de su razón y voluntad con cada peso que le es robado y ocultado en los bolsillos de éstas ratas con sus “guerras de cloaca”. Y para construir hay que conocer o por lo menos tener una explicación convincente de lo que la vida misma es.

Sin embargo, tiene la capacidad de cambiar las cosas. El ser humano puede tornarse respetuoso de la vida. Para que eso suceda tienen que cambiar los vicios y las tradiciones de una sociedad que no mira por el otro, que esta siendo cegada de los derechos fundamentales.
Para construir es necesario tener una legitimación artificial.
Para construir, para ser uno con el mundo y el mundo en cada uno, manteniendo nuestra propia identidad y seguir sobreviviendo en este planeta, tenemos que fijarnos metas bien claras, definir en que consiste la dignidad humana.

Los mexicanos tenemos mucha ley pero no tenemos la fuerza imperante que se necesita para hacerla valer. Simplemente porque es mucho territorio para defenderlo a punta de machetes.

¿Cómo es posible entonces que no hayamos sufrido otra invasión que nos quite todo lo que nos queda?

¿Quiénes somos los mexicanos?

¿Acaso es digno tener la ley que tenemos?

¿Cómo es posible que un país gigantesco como lo es la República Mexicana pueda permanecer bajo una misma autoridad corrupta?


¿Dónde está el derecho al libre tránsito en este país cuando existen playas privadas para los turistas y residentes extranjeros o se cierran calles públicas durante pomposos eventos políticos?

La Justicia en realidad no se extiende a la propiedad. No se limita a la dignidad humana, al cuerpo y a las actividades que éste realiza para poder sobrevivir en una sociedad que lo pervierte y deshumaniza. La legitimidad artificial de la Constitución es incongruente, pero además no se cumple.

La Justicia se expresa en el derecho a la Vida, a la Igualdad, a la Libertad, la Alimentación, en el derecho a la libre asociación de personas o grupos, en el derecho de expresión. En fin, la Justicia es tener las mismas oportunidades para disfrutar en Paz y Bien Común de nuestro paso felizmente por este mundo.

Por una sociedad justa, consciente y fortalecida, enriquecida con los conocimientos históricos de su origen, arraigados a su cultura, sin distingo de raza, credo, o nivel económico, donde las libertades y el poder para el pueblo sean punta de lanza en un proceso, donde prevalezca la predisposión al cambio, por los más necesitados, los que menos tienen, los humillados, los invisibles ante la sociedad, aquellos que sin camino o rumbo fijo, se pierden en un abismo que raya en la inocencia. Los desvirtuados.


Exhorto a que comprendamos y aceptemos nuestra dignidad, a que restemos toda incongruencia de nuestra Ley. A que no desaparezcan los valores y éstos sigan siendo objeto de Herencia Moral.

¿Prefieren resistir o existir señores?


Nuestra existencia se basa en la reacción en cadena de nuestras decisiones y actitud en la vida. Sólo en conjunto podremos construir. Como una gran familia, sólo así puede el ser humano sobrevivir en este mundo sin acabar con los recursos indispensables que garantizan su permanencia en el Universo. De lo contrario, basta esperar su Extinción.
Si no estamos dispuestos a convivir en Unidad y en Armonía.
Dividamos entonces el país en Estados, deshagamos la Federación, diluyamos el Congreso, dividamos las entidades, municipios, hasta que cada individuo sea el juez de su propia ley, hasta que cada ser humano tenga su propia isla que controle y custodie; comience a cavar su tumba y se autoelimine. ¡Dividamos al mundo!
¿Destruir para empezar de nuevo?
¡No!

Sólo en conjunto podremos construir. Sólo así puede el ser humano sobrevivir en este mundo sin acabar con los recursos naturales indispensables para su permanencia en el universo. De lo contrario, basta esperar nuestra extinción.

Durante el tiempo en que el Consejo de Seguridad sea el único organismo que autorice el uso de la fuerza y no la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas mientras ésta sigue bajo el control hegemónico de los Estados Unidos; en tanto que la Asamblea General no asuma su responsabilidad y no funcione en casos de conflictos y el propio Organismo Internacional no se democratice, si finalmente Naciones Unidas no frena la corrupción, la soberbia, el chantaje y el unilateralismo norteamericano con sus llamadas “guerras preventivas”, “guerras de paz”; no se le sancione y obligue a respetar la Carta de los Derechos, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Derecho Internacional, la Paz en México y la Paz Mundial nunca llegará.

Las reformas en la ONU, los Tratados Internacionales, los Convenios y los Pactos de Paz por sí solos no resuelven el conflicto. Los millones de seres humanos que se han manifestado y pronunciado en todo el mundo en contra de la Guerra y en favor de la Paz representan este sector de la humanidad que le hace falta a esta Unidad.
Sin embargo, esta nueva Comunidad Internacional ofrece únicamente una alternativa para frenar la locura de los conflictos en México y en el Mundo, más no la Justicia que tanto necesitamos.

Si no estamos dispuestos a convivir en Unidad y en Armonía.
Dividamos entonces el país en Estados, deshagamos la Federación, diluyamos el Congreso, dividamos los estados y las legislaturas locales hasta que cada ser humano sea el juez de su propia ley, hasta que cada ser humano tenga su propia isla que controle y custodie. Hasta que comience a cavar su propia tumba y se autoelimine. Dividamos al mundo. Hagamos la vida calamitosa no con un ánimo destructor, sino con un ánimo reconstructivo…
Las leyes se han hecho para criticarse, replantearse, derogarse y volver a ser escritas conforme pasan los tiempos, la sociedad crece y aumentan los problemas por ser resueltos.
La Ley más Justa es aquella que se respeta a sí misma.
¿Y cómo hacerse respetar?
¡Escribiendo verdades comunes y promoviendo la verdad en general señores!
Para Construir al mundo por el camino correcto.
¡La Verdad, es la Justicia!
Muchas Gracias."














"VAMOS A COMER PIEZAS DE ROMPECABEZAS PARA SI PODER ARMAR DE NUEVO NUESTRAS VIDAS" JAI GURU DEVA OM.

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