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Zoociedad... O lo que es mismo un pedacito de la letra de Melendi (pff muuy buen disco de flamenco eh) Que se ajusta perfecto con la actualidad y pues sólo un pedacito de la misma por que nó sólo en la madre patria pasa, jejeje. ¡Esto es el Mundo!




"Hablando de esta sociedad y por que ta tan podria y no nos metemos con nadie vamos a por tos, por q los políticos tienen que estar en la esquina, y las prostitutas firmando tratados con Dios.




Vivimos a base de exclusivas, posados robados del turbio pasado vivimos del aire ahora que en el trabajo no puedes fumar. Y como si esto fuera baloncesto me quitan tres puntos si corro en exceso, la vida no esta pa quedarse paraooooo.




Y falló la vacuna antisida dicen los doctores no hay preservativo, para combatirlo la unica manera es dejar de follarrrrr.




Y joder vaya rollo ya ni si quiera podemos comer pollo, por culpa de la gripe aviarrrrr. Bienvenido a nuestra Zoociedad..."



Civilizaciones, el futuro y la energía:


Por Con-Ciencia.


Hasta ahora, no hemos encontrado evidencias concretas de señales de civilizaciones extraterrestres de ningún planeta similar a la Tierra. El proyecto SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) no ha producido aún ninguna prueba reproducible de vida inteligente en el Universo de estos planetas similares a la Tierra, pero este asunto aún se merece un serio análisis científico. La clave es reanalizar el problema para viajes más rápidos que la luz. Una mirada crítica sobre este tema debe necesariamente abarcar dos nuevas observaciones. Primero, la Relatividad Especial misma fue suplantada por la más potente Relatividad General (1915) del propio Einstein, en la cual los viajes más rápidos que la luz son posibles bajo ciertas extrañas condiciones. La dificultad principal es acumular la suficiente energía de cierto tipo para romper la barrera de la luz. Segundo, se deben además analizar las civilizaciones extraterrestres sobre la base de su producción total de energía y las Leyes de la Termodinámica. A este respecto, se deben analizar civilizaciones que estén tal vez miles de millones de años más avanzados que nosotros. El primer intento realista de analizar civilizaciones extraterrestres desde el punto de vista de las Leyes de la Física y las Leyes de la Termodinámica se hizo por el astrofísico ruso Nicolai Kardashev. Basó su clasificación de posibles civilizaciones sobre el supuesto de la energía total producida la cual podría ser cuantificada y usada como guía para explorar la dinámica de civilizaciones avanzadas:


Tipo I: Esta civilización aprovecha la energía de un planeta completo.


Tipo II: Esta civilización aprovecha la energía producida por una estrella, y genera cerca de 10 mil millones de veces la producción de energía de una civilización de Tipo I.


Tipo III: Esta civilización aprovecha la energía producida por una galaxia, o aproximadamente 10 mil millones de veces la energía producida por una civilización de Tipo II.


Una civilización de Tipo I sería capaz de manipular de verdad las energías planetarias. Podrían, por ejemplo, controlar o modificar sus climas. Tendrían potencia suficiente para manipular los fenómenos planetarios, tales como huracanes, el cual podría liberar la energía de cientos de bombas de hidrógeno. Quizás esta civilización pueda incluso alterar el curso de volcanes y terremotos.


Una civilización de Tipo II recordaría a la Federación de Planetas que se veía en la serie de TV Star Trek (la cual es capaz de encender estrellas y ha colonizado una minúscula fracción de las estrellas cercanas de la galaxia).


Una civilización de Tipo II podría ser capaz de manipular la potencia de las llamaradas solares.


Una civilización de Tipo III recordaría a los Borg, o quizás al Imperio que encontramos en la saga de Star Wars. Han colonizado la galaxia misma, extrayendo energía de cientos de miles de millones de estrellas. Por contra, nosotros somos una civilización de Tipo 0, la cual extrae energía de plantas muertas (petróleo y carbón).


Creciendo a una tasa media del 3% cada año, sin embargo, se puede calcular que nuestra civilización puede alcanzar el estado de Tipo I en unos 100-200 años, el estado de Tipo II en pocos miles de años, y el estado de Tipo III en unos 100 000 a un millón de años.


Estas escalas temporales son insignificantes cuando las comparamos con el propio Universo. Es esta escala, se pueden clasificar los diferentes sistemas de propulsión disponibles para los distintos tipos de civilizaciones:


Tipo 0: · Cohetes químicos · Motores iónicos · Energía de Fisión · Propulsión EM (Electro Magnética)

Tipo I: · Motores de Fusión Ram-jet · Manejo Fotónico

Tipo II: · Manejo de Antimateria · Nano-sondas Von Neumann

Tipo III · Propulsión de la energía de Planck


Los sistemas de propulsión pueden ser clasificados según dos cantidades: su impulso específico, y la velocidad final de viaje. El impulso específico es igual al empuje multiplicado por el tiempo durante el que actúa este empuje. En la actualidad, casi todos nuestros cohetes están basados en reacciones químicas. Podemos ver que los cohetes químicos tienen el menor impulso específico, debido a que solo trabajan durante unos pocos minutos. Su empuje puede ser medido en millones de libras, pero solo operan durante un corto tiempo por lo que su impulso específico es bastante bajo. Para una civilización de Tipo I, se pueden vislumbrar nuevos tipos de tecnología emergente. Los motores de fusión Ram-jet tienen incluso un mayor impulso específico, estos trabajan durante años consumiendo el hidrógeno libre que encuentran en el espacio profundo. Sin embargo, puede llevar décadas el que la energía de fusión sea aprovechada comercialmente en la Tierra, y el proceso de fusión protón-protón de un motor de fusión ram-jet puede llevar incluso más tiempo para su desarrollo, tal vez un siglo o más. Los motores láser o fotónicos, dado que serían impulsados por rayos láser que inflan una gigantesca vela, pueden tener aún mayores impulsos específicos. Uno puede imaginar enormes baterías láser situadas en la luna generando enormes rayos láser que empujen una vela láser al espacio exterior. Esta tecnología, que depende de trabajar en grandes bases lunares, se encuentra probablemente a muchos siglos de distancia. Para una civilización de Tipo II, se hace posible una nueva forma de propulsión: el manejo de antimateria. Las colisiones de antimateria producen una forma 100% eficiente de conseguir energía a partir de la materia. Sin embargo, la antimateria es una exótica forma de la materia extremadamente cara de producir. El acelerador de partículas del CERN, en las afueras de Ginebra, apenas está capacitado para producir minúsculos ejemplos de gas anti-hidrógeno (anti-electrones circulando alrededor de anti-protones). Puede llevar muchos siglos o milenios abaratar los costes de forma que pueda usarse para vuelos espaciales. Dado el astronómico número de posibles planetas de la galaxia, una civilización de Tipo II puede intentar una aproximación más realista que los cohetes convencionales y usar nanotecnología para construir minúsculas sondas robots auto-replicables que puedan proliferar a través de la galaxia de forma similar a la que un virus microscópico puede auto-replicarse y colonizar el cuerpo humano en una semana. Tal civilización podría enviar minúsculas sondas robot Von Neumann a lunas distantes, donde podrían crear grandes fábricas para reproducir millones de copias de sí mismos. Dichas sondas Von Neumann solo necesitan tener el tamaño de una caja de galletas, usando sofisticada nanotecnología para construir los ordenadores y los circuitos de tamaño atómico. Entonces estas copias toman tierra en otras lunas distantes y comienza todo el proceso de nuevo. Estas sondas pueden aguardar en lunas distantes, esperando que una primitiva civilización de Tipo 0 madure hacia una civilización de Tipo I, que sería más interesante para ellos. (Existe la pequeña pero clara posibilidad que una de estas sondas haya aterrizado en nuestra propia luna hace miles de millones de años por una civilización de paso. Esto, de hecho, es la base de la película 2001, quizá el retrato más realista de un contacto con inteligencia extraterrestre). El problema, como puede observarse, es que ninguno de estos motores puede superar la velocidad de la luz. Por esto, las civilizaciones de Tipo 0, I, y II probablemente puedan enviar sondas o colonias solo en un radio de unos pocos cientos de años luz de su planeta origen. Incluso con sondas Von Neumann, lo mejor que puede conseguir una civilización de Tipo II es crear una gran esfera de miles de millones de sondas auto-replicables expandiéndose justo en el límite de la velocidad de la luz. Para romper la barrera de la luz, se debe usar la Relatividad General y la Teoría Cuántica. Esto requiere energías que solo están disponibles para civilizaciones de Tipo II muy avanzadas o, más probablemente, para una civilización de Tipo III.


Conclusión:

La mayoría de científicos dudan del viaje interestelar debido a que la barrera de la luz es tan difícil de superar. Sin embargo, para ir más rápido que la luz, uno debe ir más allá de la Relatividad Especial, hacia la Relatividad General y la Teoría Cuántica. Por lo tanto, no podemos excluir el viaje interestelar si una civilización avanzada puede obtener la suficiente energía como para desestabilizar el espacio y el tiempo. Quizá solo una civilización de Tipo III pueda manejar la energía de Planck, la energía a la que el tiempo y el espacio se vuelven inestables. Se han dado distintas propuestas para superar la velocidad de la luz (incluyendo agujeros de gusano y extensión o curvatura del espacio) pero todas requieren energías solo encontradas en civilizaciones galácticas de Tipo III. A nivel matemático, en última instancia, debemos esperar a una teoría completa de la gravedad de mecánica cuántica (como la teoría de supercuerdas) para contestar estas preguntas fundamentales, tales como si es posible crear agujeros de gusano y si son lo bastante estables como para permitir un viaje interestelar.