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“Entre Guerras, un Nuevo Orden y la Globalización.”




En las últimas décadas del siglo XX, el final de la Guerra Fría y la liquidación de la política de bloques, por la disolución de la URSS, preludiaron la aparición de un mundo multipolar, con nuevos focos de conflicto – la antigua Yugoslavia, el Golfo Pérsico, Afganistán - .

Por su parte, la década 1990 fue testigo de las crisis financieras de América Latina y Asia, del lanzamiento de un nuevo orden mundial basado en la supresión de las fronteras estatales, la globalización, y de una esperanza de paz en Oriente Medio.

El final de la Guerra Fría y de la política de bloques hizo emerger un mundo multipolar, con nuevos focos de conflicto y nuevos actores como la Unión Europea o China. El mundo bipolar de la Guerra Fría era un sistema en crisis a finales de la década de 1970, y los signos de su resquebrajamiento se hicieron cada vez más evidentes con la irrupción del fundamentalismo islámico en Irán (1979), y la inmediata reacción por parte de la URSS con la invasión de Afganistán para proteger los flancos sur y sureste de su imperio. A ello se sumó el fortalecimiento de China, posmaoísta, y de India como potencias nucleares y la progresiva cohesión de la Unión Europea comunitaria, convertida en uno de los grandes bloques económicos mundiales.

La crisis de bipolaridad, además se hizo patente en la década de 1980 con la política del presidente de EE. UU. Ronald Reagan, que desbancó a los soviéticos en la Carrera Armamentista. La propia URSS llevaba tiempo estancada, y la Perestroika (reestructuración) que puso en marcha en 1987 Mijail Gorbachov con el afán de modernizarla, en realidad acabó provocando su extinción. De esta manera, después de la caída del muro de Berlín en 1989, el desmoronamiento del bloque soviético puso fin a la época de la Guerra Fría. Pero el siglo aún no había concluido y durante la última década se vivió un periodo transitorio, de “posguerra fría”, con nuevos conflictos que acompañaban el surgimiento de un mundo multipolar.

La rebelión de Hungría en 1956, la primavera de Praga en 1968 y los diversos levantamientos obreros que sucedieron en Alemania Oriental y en Polonia en el curso de los años pudieron ser aplastados en virtud de la “doctrina de la soberanía limitada” aplicada por la URSS dentro de su propio bloque en la época de la Guerra Fría. Pero cuando Gorbachov con su Perestroika, renunció a poner en práctica de nuevo aquella doctrina, la presión de las movilizaciones populares en la Europa del Este se hizo imparable. En realidad, los regímenes comunistas de esta zona se hallaban en clara descomposición. En Hungría, la liberalización económica había hecho progresos notables y hacía años que se preparaba una transición democrática. Del mismo modo, en Polonia el grueso de los trabajadores secundaba el sindicato Solidarnosc, cuyo creciente avance desde 1981 apenas podía ser frenado. En 1980 Irak con el apoyo de los Estados Unidos inició una guerra contra Irán que finalizó en 1988, dejando casi un millón de muertos y a ambos países exhaustos.En 1987, estalló el “Irangate” un escándalo sobre la venta de armas estadounidenses a Irán para financiar la “contra “ en Nicaragua. Y en Alemania Oriental, eran miles los refugiados que pretendían escapar a la República Federal Alemana. Precisamente la presión de esos refugiados logró que el 9 de noviembre de 1989 el muro de Berlín se abriera y que finalmente, fuera derribado. Inmediatamente tuvo lugar la “revolución del terciopelo”, que derrocó al régimen comunista checo, y al año siguiente se produjo la reunificación de Alemania.

En agosto de 1990, Irak se anexó a Kuwait para resarcirse de la “deuda” que tenía con los Estados Unidos con la excusa de que se trataba de una lucha islamista. Así que el 17 de enero de 1991, Estados Unidos, acompañado de un frente de la ONU inició la Guerra del Golfo Pérsico. Irak, vencido, fue sometido a un embargo que mantuvo bajo la administración Clinton.

Al expulsar a los soviéticos de Afganistán los mujahiddin se enfrentaron y en 1996 los talibanes obtuvieron el poder. Esta grupo de obediencia wahabita financiado por los Estados Unidos establecieron un régimen fundamentalista islámico, en 1994 se extendió a Chechenia una república caucásica federada con Rusia.

La limitación en la política de seguridad se evidenció en las guerras que estallaron entre 1991 y 1995 en la antigua Yugoslavia tras el fin del comunismo, al término de las cuales emergieron los estados de Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina. La República de Macedonia también abandonó la federación yugoslava, que desde entonces quedó constituida por las repúblicas de Serbia y Montenegro. Por otro lado, en 1991, Boris Yeltsin subió a la presidencia de la Federación Rusa, el 21 de diciembre de ese mismo año Yeltsin junto a las repúblicas soviéticas proclamaron la CEI (Comunidad de Estados Independientes), la desaparición de la URSS hizo posible la independencia de Estonia, Letonia y Lituania, al tiempo que afloraban en el mapa europeo las nuevas repúblicas de Bielorrusia, Ucrania y Moldavia. En 1993 la antigua Checoslovaquia se dividió en dos estados: La República Checa y Eslovaquia.

Con la llegada al poder de G.W. Bush en 2001, los atentados del 11 de septiembre dieron paso a una política unilateral de intervención “preventiva” contra las nuevas amenzas terroristas.

En este contexto surgió, con la aplicación del Tratado de Maastricht: La Unión Europea. Como uno de los grandes bloques económicos; aunque carecía aún de capacidad política de defensa en consonancia con su poderío, tal como demostró la crisis en la antigua Yugoslavia. En 2002, entraba en vigor la nueva moneda única : El Euro.

En 2003, Hungría, Estonia, Letonia, Lituania; Chipre, Malta, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Eslovenia se adherían a la Unión Europea; que era ya la Europa de los 25. En 2007 está prevista la incorporación de Bulgaria, Rumania y Croacia.

La finalización de la Guerra Fría también afectó el África Subsahariana. Namibia obtuvo en 1990 la independencia con lo que se completó la descolonización del continente africano. El gobierno de Pretoria, además liberó ese mismo año a Nelson Mandela , el histórico dirigente negro que había permanecido encarcelado cerca de 28 años. El gobierno de Pretoria legalizó entonces el partido de Mandela, el African National Congress. El régimen del apartheid fue abolido en 1991.

Se produjo el desplome de los regímenes filosoviéticos de Somalia y Etiopía (1991) y se logró la pacificación de Mozambique (1992).

En 1994, mientras el Tratado de Libre Comercio para América del Norte era pactado. Mandela accedió a la presidencia de Sudáfrica. En 1997 la conclusión de la Guerra Fría determinó también la caída de la dictadura de Mobutu Sese Seko en el antiguo Zaire (actual República Democrática del Congo), y que la mayor parte de países negroafricanos quedaron abandonados a su propia suerte. La guerra civil en Sudán, la guerra de secesión de Eritrea, el genocidio contra la etnia tutsi en Ruanda y las interminables guerras fraticidas en países como Liberia, Sierra Leona y Somalia constituían trágicos ejemplos de un África que a finales del siglo XX se ha convertido en “El Tercer Mundo del Tercer Mundo”

Los dos países más poblados en el mundo: India y China también tuvieron que liberalizar los sectores más avanzados de su economía. Para India la energía nuclear, mientras que en China se desarrolló una sólida Industria Textil, hoy muestra su rearme balístico y nuclear a pesar de su férreo régimen comunista. Japón una vez superada la desgracia atómica vino a convertirse en un importante centro financiero mundial y sede del mejor desarrollo tecnológico y en electrónica jamás visto.

En 1995 entró en funcionamiento la Organización Mundial del Comercio.

Con el nuevo orden mundial, aquella política económica revitalizó los mecanismos del capitalismo, pero al precio de acentuar las desigualdades sociales y reducir las prestaciones de un ya menguado estado del bienestar. El ejemplo del Reaganomics fue seguido por la propulsora de la guerra de las Malvinas en Argentina, la inglesa Margaret Tatcher . Estados Unidos se había convertido en la primera potencia económica mundial.

La llegada de revoluciones en América Latina, no pudo ser evitada por la Alianza para el progreso de Kennedy en 1961, la crisis de los misiles en Cuba (1962) colocó a Latinoamérica en el centro de las tensiones de la Guerra Fría, determinando la evolución política de todo el continente americano. Se liberaron de dictaduras: Brasil, Ecuador y Bolivia, mientras los montoneros argentinos y los tupamaros uruguayos separaban a Uruguay de la República de Argentina(1966). En Aquellos años se localizaban focos guerrilleros en Colombia, Perú, Venezuela y Guatemala. En esa época Ernesto “Che” Guevara dejó sus cargos en Cuba y organizó una guerrilla en Bolivia que fue muy pronto diezmada por el ejército. En 1967 herido y hecho prisionero, el “Che” fue ejecutado, y se convirtió en una figura mítica de la izquierda revolucionaria latinoamericana y mundial. Pero en la década de 1980 la situación cambió. De manera paulatina, se restablecieron lo regímenes democráticos. Al terminar la guerra civil en el Salvador (1979-1992) y la guerrilla nicaragüense financiada por los Estados Unidos; la caída de Fujimori en Perú y el fín del monopolio político del PRI en México con la llegada del PAN al poder completaron en el 2000 los procesos de transición en el continente latinoamericano. El continente debía encarar el acceso a un desarrollo sostenible en un mundo globalizado.

La Globalización ambiciona crear un mundo culturalmente homogéneo. Todas las grandes cuestiones heredadas del siglo XX, desde la demografía hasta la división Norte-Sur, la distribución de los recursos limitados de la Tierra, también empezaron a ser valoradas desde una perspectiva universal. Pero por supuesto, cabe notar que el modelo global ha sido ideado, pactado e impuesto por los Estados Unidos; imperio oculto en los albores de fin de siglo.